La sequía, el polvo atmosférico y la polución convirtieron en irrespirable al aire de la provincia. La última lluvia se registró el 13 de agosto y ya casi nadie la recuerda, mientras se espera que el cielo se nuble y genere las condiciones ideales para que las gotas otra vez empapen a Tucumán.
Mientras el sol hace su trabajo y se esfuerza para perforar a la nube de smog que cubre a la provincia, desde el Laboratorio Climatológico Sudamericano que dirige Juan Minetti, se anticipó que el fin de semana podría llover. "El sábado se incrementará la nubosidad y podría haber chaparrones aislados que podrían extenderse hasta la madrugada del domingo", anticipó. Aclaro que no habrá que entusiasmarse con esa precipitación porque será leve y se dará en algunos lugares de la provincia.
Hasta el viernes, agregó Minetti, la temperatura se incrementaría -se esperan para hoy 24º- y el viernes podría alcanzar los 30º. La semana próxima las marcas descenderían, en especial las nocturnas y matutinas, que podrían rondar los 5º, mientras que prevalecería el clima seco y con cielo despejado. De acuerdo al meteorólogo, estas condiciones reinarán cuando llegue la primavera, el 21 de setiembre. Recién en octubre habría lluvias de consideración. LA GACETA ©